La Re-Evolución de los minibolsos

En el siglo XVII tanto hombres como mujeres usaban pequeños bolsos con cordones para transportar los pequeños objetos cotidianos, aunque curiosamente los guardaban bajos las faldas, en el caso de las mujeres o en los grandes bolsillos de los calzones, en el caso de los hombres. Cuatro siglos después son los protagonistas de muchos looks de street style.

Después de la fiebre de los bolsos grandes, -véase como ejemplos los Tote Bags, Shopping Bags y Doctor Bags-, en los que llevábamos lo inimaginable y en los que nos costaba encontrar las llaves o el móvil, llega la fiebre por los mini-bolsos. En estos modelos no tendremos el problema de encontrar nada, ya que apenas cabe algo, «toca ser pragmática», ahora sólo cargaremos con lo estrictamente necesario.

Y no por ser mini tiene límites de modelos o estilos, WOC (wallet on chain), camera bags, minaudiere o cluth son los más populares y cada marca ha lanzado su minibolso, o ha minimizado sus modelos más icónicos.

Entre los minibolsos para colgar más demandados, están el icónico frasco de Chanel Nº5, el paquete de french fries de Moschino, los modelos Peekaboo y Baguette de Fendi en su versión micro, y la versión mini de los bolsos con nombre propio de Paula Cademartori.

El clutch, ha pasado de ser el complemento para asistir a bodas y eventos festivos similares y que básicamente era dorado, plateado o de nácar a ser el bolso apto para cualquier momento del día, muy colorido e incluso con un toque naif. En esta categoría Olympia Le Tan fue una de las pioneras y más originales al crear clutch imitando ejemplares de la literatura clásica, le sigue la diseñadora Anya Hindmarch y sus diseños recordando famosas marcas de chicles y cereales.

Su primo hermano, el minaudière, es un bolso joya, de metal y generalmente adornado con cristales y joyas, los diseños de Alexander McQueen son los más icónicos y deseados, aunque no los únicos, los modelos de la marca Kotur se perfilan como los must have de estos modelos.