También conocida como “Bape”, es una firma creada en 2003 por Tomoaki Nagao , un productor musical japonés.
Su apodo más habitual es “Nigo”, literalmente, “número 2” en japonés.
LAS CLAVES. Empezó vendiendo ropa de camuflaje, aunque acabó siendo conocido por su colección de calzado deportivo que, atención, solo se vende en Nueva York. Un buen diseño y un gran marketing, junto a sus asociaciones a grandes figuras del arte y la música, le dieron la notoriedad que buscaba. Más tarde, su política de restricción de productos y la dificultad de adquiridos, le hicieron ser de alguna forma, casi exclusivo.
DETALLES. La firma se caracteriza por su estilo casual, destinado tanto a hombres y mujeres como a niños, instaurado en más de una veintena de tiendas repartidas en Países asiáticos o ciudades como París, Nueva York, Londres,… En cuyos establecimientos no solo podréis encontrar ropa sino también un salón de peluquería, un café-galería o hasta una productora musical. No os perdáis las últimas novedades que asomaron el invierno 2010/2011, entre ellas, su primera colección para perros , el cigarro con luz para fumadores, sus propias carta de juego o sus zapatillas de estar por casa.
Además, la firma cuenta con una prolongación, “Ursus Bape”, la cual refleja una nueva filosofía diferente de “A Bathing Ape”: lo oscuro y el Arte Pop.
ORÍGENES. ¿Sus inicios? Pidió prestado capital a un amigo suyo, quien incluso le llegó a dejar su propio local para que pudiera empezar. De esta forma abrió “Nowhere”, su primera tienda, hace ya casi veinte años.
Y os preguntaréis por el curioso nombre de “A Bathing Ape”. Pues bien, éste se encuentra inspirado en dos ideas: la película “El planeta de los simios” e, irónicamente, en la opulencia de las nuevas generaciones japonesas. Esta expresión hace alusión a un baño de agua tibia, ya que en Japón siempre suelen bañarse a más de cuarenta centígrados, cuando es obviamente más relajante, hacerlo con una temperatura más templada.
ACTUALIDAD. Cabe destacar que en 2008 el emporio de Nigo fue vendido a un conglomerado chino por 2.8 millones de dólares. En ese momento la exclusividad y el status se perdió, haciendo que todas las deudas del japonés desaparecieran al mismo paso. Ahora se vende de forma más masiva y con precios más asequibles.